lunes, 18 de mayo de 2009

ESCAPADAS



Para disfrutar de un momento de retiro no hace falta irse muy lejos; en la Comunidad de Madrid tenemos lugares bellísimos que ofrecen alternativas de ocio y cultura para aquellos que escapan del bullicio de la capital.



CASA RURAL EL COCHERÓN 1919


c/Montesinos 22, Aranjuez
En pleno casco histórico del Real Sitio de Aranjuez encontramos esta vieja csa de pueblo restaurada con un estilo muy elegante. Sus dos pisos se estructuran en torno a una corrala, arquitectura típica del lugar, y se conjugan con el diseño vanguardista que los dueños quisieron imprimirle, prueba de que lo moderno y lo tradicional no tienen porqué estar reñidos.

Edredones de plumas, baldosas hidráulicas, decoración en tonos malvas... todo lo necesario para que los amantes de la naturaleza y de lo popular que se acercan hasta este sitio declarado partimonio de la Humanidad disfruten del clima más acogedor.
Actividades: PIRAGÜISMO
Gracias al gran caudal del Tajo, en esta localidad se celebran grandes premios de este deporte. Prueba de ello es su candidatura a albergar las pruebas de piragüismo en los juegos Olímpicos de 2010, si Madrid resulta seleccionada.
María ramiro Martín

MADRID FOTO '09


Siguiendo los pasos del Paris Photo o el London Photo, el pabellón 6 de IFEMA acogió la mayor exposición de fotografía a nivel internacional de nuestro país: Madrid Foto 2009. 47 galerías y más de 350 artistas se dieron cita del 7 al 10 de mayo en un espacio dnde confluyeron coleccionistas, fotógrafos, espectadores y posibles compradores.
RARE&CHIC recoge algunas de las tendencias más originales y exitosas

Rafa Sendín, Hong Hao, Sylvia Plachy

La incorporación del espacio en la fotografía, el guiño al espectador -que deja de ser pasivo receptor para tomar parte en la creación- y los juegos infantiles fueron las claves de muchas de las obras expuestas.
Algunas, como las del japonés Hong Hao llegan a costar 24.000 €.


Ruud Van Empel , Chico Bialas , Mona Kuhn
Recreaciones de sueños, retoques digitales que transportan el producto final -siempre fotográfico- cerca del surrealismo... lo onírico también estuvo muy presente... quizá como píldora en estos tiempos de incertidumbre.
La modernidad, una vez más, se mostró descarada y sin complejos con recreaciones del desnudo y de lo sexual de forma explícita. Musas de la gran pantalla como Kate Moss o Mónica Belucci también gozaron de parte de protagonismo en una exposición que si de algo hace gala, es de caminar íntimamente unida a la ferviente actualidad.
Una espectáculo visual que pudo presumir de internacional, de multimedia -el videoarte logró merecido hueco- y de económico -12 € entrada general-. En definitiva, a la última moda.
María Ramiro Martín

domingo, 17 de mayo de 2009

'LA BELLA DURMIENTE' HECHIZA AL PRADO


La pinacoteca madrileña acoge 17 obras prerrafaelitas del Museo de Arte de Ponce


Una hermosa mujer duerme plácidamente bajo la clara luz de una mañana de verano, mientras decenas de personas la observan con admiración. La obra maestra del pintor británico Frederic Leighton, ‘Sol ardiente de junio’, fascina al público del Museo Nacional del Prado, que podrá contemplar la exposición de pintura victoriana hasta el 31 de mayo.

La renovación y ampliación del Museo de Arte de Ponce ha permitido realizar una exposición retrospectiva de pintura victoriana en Madrid. Bajo el título ‘La bella durmiente’ el Museo Nacional del Prado paliará temporalmente su carencia de obra británica.
La muestra reúne 7 dibujos y 10 pinturas seleccionadas de entre la extensa colección del museo portorriqueño, que debe su existencia a la iniciativa de Luis A. Ferré (1904-2003), importante economista y político de la historia reciente de Puerto Rico.

Una visión profética
La admiración de Ferré por el arte europeo le llevó a aglutinar desde 1959 una importante cantidad de obra británica de la segunda mitad del siglo XIX. Paradójicamente este período, que dio a luz obras de indudable calidad, no fue valorado hasta finales del XX.
La exposición de Madrid se centra en la pintura de los prerrafaelitas, un grupo de artistas jóvenes, que, cansados de la mediocridad de la pintura inglesa y del conservadurismo de la Royal Academy of Arts, fundaron en 1848 en Londres una hermandad cuyo objetivo era recuperar los valores de inocencia y peso moral que tenía la pintura antes de Rafael. El historiador Heather Birchall cuenta que, para ello, se inspiraron en el espíritu artístico, la técnica y el simbolismo de los primitivos italianos -especialmente Fra Angelico, Botticelli o Benozzo Gozzoli- y los artistas del norte de Europa.
"Sus objetivos (eran) tener ideas genuinas que expresar; estudiar atentamente la naturaleza; compartir lo que es directo, serio y sincero del arte de períodos anteriores, y huir de lo convencional, la presunción y lo aprendido de memoria", explica Birchall.

Del compromiso social al arte por el arte
El ideal de fidelidad a la naturaleza se puede observar en el cuadro de Thomas Seddon (1821-1856), Léhon desde Mont Parnasse, Bretaña (1853), en el que el artista se enfrentó al paisaje de forma directa e intentó transmitir hasta el más ínfimo detalle.

Léhon desde Mont Parnasse, Bretaña (1853), por Thomas Seddon/MAP

También se aprecia esta intención en una obra de finales de siglo, La escuela de la naturaleza (1893-1984), donde William Holman Hunt (1827-1910) -el pintor que mejor representa los ideales prerrafaelitas y que más fiel se mantuvo a ellos- retrató a su hija Gladys.


La escuela de la naturaleza (1893-1894), de Holmant Hunt/MAP

La exposición cuenta además con escenas históricas, como La huida de una hereje (1559) de John E. Millais (1829-1896); o con el prototipo de las mujeres de ensoñación, típicas de la segunda fase prerrafaelita -desde 1860-, en La viuda romana (Dis Manibus) (1874) de Dante G. Rossetti (1828-1882).

La viuda romana (Dis Manibus) (1874) de Dante Gabriel Rosetti/MAP


Pero el cuadro que mejor ejemplifica la serie de retratos alegóricos femeninos es Sol ardiente de junio (1895), de Frederic Leighton (1830-1896), pieza talismán del Museo de Arte de Ponce. Esta obra es un hito dentro de la producción pictórica de finales de época decimonónica. Como explicó el comisario de la exposición, Gabriele Finaldi, es el símbolo de un arte extremadamente refinado, que retorna al mundo clásico y en el que se admira a la belleza por sí misma, es decir, el arte por el arte.

Sol ardiente de junio (ca. 1895) por Frederic Leighton/MAP
El artista mejor representado de la muestra es Edward C. Burne-Jones (1833-1898), a quien pertenecen los siete bocetos del gran cuadro inacabado El sueño del Rey Arturo en Avalon (1881-1898). Una obra de gran ambición con la que este autor resumió los intereses intelectuales de su vida.


El sueño del rey Arturo en Avalon (1881-1898), por Burne Jones /MAP
En este lienzo, así como en la serie de El rosal silvestre (1833-1898), Burne-Jones no ocultó su admiración por la pintura del siglo XVI, denostada por la primera etapa prerrafaelita, y se recreó en el estudio minucioso del cuerpo humano y los paños.

La bella durmiente, serie de El rosal silvestre (1871-1873), por Burne-Jones/MAP


Sueño y muerte, ambiguos hermanos, confunden al espectador, que no podrá sino sumirse en la ensoñación victoriana y disfrutar del "art for art sick" (literalmente, el arte por la enfermedad del arte).

Sara Cañizal Sardón

BIBLIOGRAFÍA

La Bella durmiente. Pintura victoriana del Museo de Arte de Ponce, Madrid, Museo Nacional del Prado y BBVA, 2009.

http://www.museodelprado.es/exposiciones/info/en-el-museo/la-bella-durmiente-pintura-victoriana-del-museo-de-arte-de-ponce/

http://www.mcu.es/novedades/2009/novedades_La_Bella_Durmiente.html

http://www.revistaviajar.es/Agenda/La-Bella-durmiente-en-02-2009-76133.html

http://www.elcultural.es/galerias/galeria_de_imagenes/40/ARTE/La_bella_durmiente_Pintura_victoriana_en_el_Museo_del_Prado#/img/img_galeria/2009/233.JPG

domingo, 10 de mayo de 2009

Rare and Chic, nº 2. ¿Qué encontrarás en este número?

NOTICIA
XXI Gala del Día Internacional de la Danza
REPORTAJE
Carmen, un homenaje a la mujer
AGENDA y NOTICIAS BREVES
REPORTAJE
Generación 2.0
UNA TARDE CON...
Simona Ticciati
A FONDO
Las exóticas danzas de Oriente
ESPECTÁCULO Rare&Chic
PARA SABER MÁS...

Rare and Chic, nº 2. EDITORIAL

Madrid celebra el Día de la Danza inundando la Comunidad de multitud de espectáculos con un mismo fin: la expresión de un arte multicultural con un mismo lenguaje, único y diverso al mismo tiempo, apto para niños y mayores.
Quizás sea esa característica igualitaria de la danza la que ha hecho que programas como "Fama, ¡A bailar!", en el que jóvenes talentos bailan por un sueño, hayan calado tan hondo en nuestra sociedad y llegado a llenar plazas de toros.
Rare & Chic rinde en este número un homenaje a la belleza del cuerpo humano en movimiento y al arte puro de la danza que por fín encuentra su hueco en la oferta cultural de la ciudad.

XXI GALA DEL DÍA INTERNACIONAL DE LA DANZA


Madrid rinde homenaje a la bailarina, coreógrafa y maestra Aurora Pons

El 29 de abril se celebró la XXI Gala del Día Internacional de la Danza, en la que se rindió homenaje a Aurora Pons, una mujer que ha dedicado toda su vida por y para la danza.
Bajo el título de "Ayer y hoy en la danza" la Asociación por la Danza -en colaboración con la Consejería de Cultura, Deporte y Turismo de la Comunidad de Madrid y la Asociación de Profesionales de la Danza- organizó en el Teatro de Madrid una jornada en la que participaron bailarines y artistas de renombre.
El Día Internacional de la Danza fue instaurado por el Comité de Danza Internacional del Instituto Internacional del Teatro, coincidiendo con la fecha del nacimiento de Jean-Georges Noverre (1727-1810), creador del Ballet Moderno.
Con el homenaje a Aurora Pons, se buscaba echar una mirada al pasado de la danza, ya que, como ha admitido Ana Cabo, directora del XXIV Festival Internacional de Madrid en Danza, dentro del que se englobaba este evento, todo el futuro de esta disciplina depende de su pasado.
Tras la lectura del manifiesto del día de la danza, escrito por el bailarín y coreógrafo Akram Khan, en el que se recordaban los miles de dialectos que impulsan a los hombres a moverse, los madrileños pudieron disfru-tar de un día lleno de magia.
Por la mañana Emmanuelle Broncin y Adrián Herrero interpretaron "Tan lejos y sin embargo tan cerca"; Clara Barberá estrenó "Eight Ball"; la compañía de Olga Pericet, "Chanta la Mui, bailó un extracto de "Complot"; María Alonso ejecutó "Castilla", y la compañía de Antonio Najarro "Improv" y "La boda de Luis Alonso".
La tarde se centró en la figura de Aurora Pons. Sus antiguas alumnas, Laura Hormigón y Kira Gimeno, presentaron en su honor "Don Quijote Pas de Deux" y "La niña de fuego", respectivamente.
¿Quién es...?

Aurora Pons nació en Barcelona. Allí cursó los estudios de danza en el Instituto Teatro de la ciudad.
A lo largo de su carrera ha recibido numerosos galardones, entre los que cabe destacar el Premio Nacional a la mejor Bailarina Clásica (1955), el Premio del Teatro a la Mejor Bailarina (1965) o la Medalla al Mérito del las Bellas Artes (1992).
Sara Cañizal Sardón

REPORTAJE: CARMEN, UN HOMENAJE A LA MUJER


Sara Baras resucita al personaje de Mérimée y lo adapta a nuestro tiempo





Luis Ortega y Sara Baras/Saba Danza




El rasgueo de una guitarra desde la más profunda oscuridad y, luego, una voz aterciopelada flota en el aire y corta la respiración de los presentes, embelesados ante el espectáculo ofrecido por un cuerpo de baile en negro y rojo. La "Carmen" de Sara Baras llega a Madrid pisando fuerte y a dos meses de su estreno sigue llenando el auditorio.
El mito de "Carmen" nació en la pluma de Prosper Mérimée y alcanzó fama mundial gracias a la opéra-comique compuesta en 1875 por Geor-ges Bizet, que, paradójicamente, obtuvo en su estreno un fracaso estrepitoso.
Años más tarde, se convirtió en el melodrama francés más aclamado y más veces representado a nivel internacional.
"Carmen" ha sido llevada al cine en numerosas ocasiones y, en España cuenta con un fabuloso precedente en la danza, la recreación realizada por Antonio Gades.
La readaptación de Sara Baras recupera el mito y concede nuevos aires a esta historia. Su versión fue estrenada en El Liceu de Barcelona y, a consecuencia de su éxito, re-presentada en el Teâtre de los Champés-Elysées de París. Ahora viaja por España y los madrileños podrán disfrutar hasta el 31 de mayo de este espectáculo en el Teatro Lope de Vega de Madrid.
Tres mujeres y el amor
Es la tercera vez que Sara Ba-ras representa a una gran mujer y protagoniza una auténtica historia de amor. En 2000 se convirtió en Juana I de Castilla, apasionada e intensa; en 2002 en María Pineda, luchadora y generosa; y, ahora, en Carmen, libre, fuerte y única.
Sara Baras parece perseguir el concepto creado por Richard Wagner de "obra total". La renombrada bailarina gaditana ha dirigido tanto las coreo-grafías como la escenografía y parte del vestuario de este espectáculo, en el que el amor y la muerte, la pasión y el desengaño se visten de rojo y negro, y se reinventa la bata de cola.
La luz, empleada de modo escenográfico, es la protago-nista absoluta en algunos pases: puertas que se abren y se cierran, permitiendo ver a unas personas y ocultando a otras, telones de guillotina que hacen que el espectador se re-cree en excelentes zapateados, o proyecciones sobre el suelo se combinan con las sucesivas imágenes de las pantallas si-tuadas al fondo de escena.
Sara Baras convierte el escenario en un tablao flamenco -cuatro guitarristas, tres cantaores, dos violines y un percusionista acompañan durante la obra a los bailari-nes- o en una plaza de toros sillas colocadas en círculo-.
En definitiva, pintura, escultura, arquitectura y música se dan la mano en un proverbial espectáculo.
La historia se estructura en tres actos y dieciocho cuadros, se-parados por cortes oscuros, en los que se hace todo un alarde de del buen flamenco.
El argumento transcurre en principio lentamente, en mo-vimientos contenidos y de gran dificultad técnica, y va adquiriendo fuerza en escenas llenas de garra y dominio gracias a un cuerpo de baile pulcro y con un control magistral de los movimientos.
Caben destacar los proverbiales braceos de la habanera de Sara Baras, cuando el amor es dulce, y el zapateado enérgico de la alegría. También fue sin lugar a dudas sobresaliente la fa-rruca de Luis Ortega y el paso por tangos de José Serrano.

La danza vence al drama


A este soberbio espectáculo sólo le cabe un pero, y es la fa-lta de definición de los personajes masculinos. El conocedor de la historia intentará encontrar fallidamente los rasgos de los protagonistas de la novela de Mérimée y el ajeno a la obra original lo único que tendrá verdaderamente claro es que el argumento principal trata de una mujer con el corazón dividido entre dos hombres, uno de los cuales es un torero. Una "abstración poética" que quizás descentre al auditorio, ya que la danza vence, sin lugar a dudas, al drama, y rompe el equilibrio que se parece perseguir en principio esta obra.
En contraposición, el perso-naje de Carmen sí queda claro para el espectador. Acompañada por Luis Ortega, "Don José", y José Serrano, "Escamillo", Sara Baras encarna al personaje de la cigarrera decimonónica, pero lo moderniza y
lo adapta a nuestro tiempo.

Carmen es una mujer de hoy, que contra todo pronóstico vive la vida que sueña y que no se deja arrastrar por este-reotipos. Carmen es de carne y hueso, rompe moldes y se libera del yugo de las convenciones gracias a la danza.
Como demuestran las fotografías de mujeres toda raza y condición que aparecen al fondo de escena en el desenlace de la historia, Carmen es un homenaje a todas y cada una de las mujeres de nuestro tiempo, que han luchado contra corriente para hacerse res-petar y alcanzar el lugar que les corresponde en la sociedad, aunque aún quede mucho camino por recorrer.
Carmen, o Sara Baras, como quieran llamarla, tiene duende. Y así lo demuestra su fiel público, que se pone en pie para homenajear a la artista, y que rompe el protocolo en mitad de un cuadro. Un espectáculo de flamenco de altura que nadie debería perder.

Sara Cañizal Sardón